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Cuatro claves para mejorar nuestras relaciones en cuarentena

El anuncio del presidente de la Nación sobre la prórroga del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio ( ASPO ) hasta el día 10 de mayo, aunque con matices según jurisdicciones, implica que todos continuaremos más tiempo dentro de nuestras casas. Acompañados o solos, en cualquiera de los casos, cuidar nuestras relaciones será importante. Por eso, les propongo 4 claves para mejorar nuestros vínculos en la cuarentena (y siempre). Pero, ¡ojo! Si no las ponemos en práctica con la familia y los amigos, sirven como sirve conocer los acordes de la guitarra sin haber tocado nunca el instrumento. Son habilidades para la vida, no para la ilustración.

1. Ser gentil. Evitar la mala cara por default, así nadie se nos acerca. ¿Cómo tener una cara amable? Levantá las cejas, relajá la cara, hacé una leve sonrisa.También es importante el tono de voz. Un tono acelerado y agudo denota enojo y genera una conversación tensa. Ser gentil implica usar un tono lento, pausado y grave. Conviene abolir las palabras peyorativas, no emitir juicios ni ofrecer consejos si no nos lo piden. Ayuda mucho, y más en esta época, eliminar las quejas frecuentes. Molestas en sí mismas, generan preocupación y alejan a los demás.

2.Validar. Se trata de empatizar activamente con el otro, mostrarle que me esfuerzo por entenderlo. Se puede definir a esta habilidad con una imagen: “ganar plata en el banco de la relación”. Si valido mucho, pongo plata en el banco. Después la puedo invertir en dar feedback negativo, exigir o poner límites. Si yo no valido a los demás y sólo les digo lo que tienen que hacer, genero rechazo, y cierro el canal de comunicación. Para construir una buena relación, el tiempo que dedico a escuchar y a entender a la otra persona, debe superar al que dedico a intentar cambiarla. Para validar, escuchá atentamente, en silencio, asentí y mostrá interés de manera genuina. Otra forma podría denominarse “la gran Fantino”: decir al otro “pará, pará, a ver si te entendí bien ¿Estás enojado porque no podés salir?”. Así se muestra que me estoy esforzando por prestar atención. Validar es también usar concesiones como “tiene sentido”, “es lógico que estés así si te pasa esto o lo otro”, para reconocer que es entendible lo que le pasa, dice o hace. Por supuesto, para que esto funcione, tiene que ser lo más auténtico posible.

3. Ser asertivo. Fundamental para cuando quiero que algo cambie. En primer lugar, se empieza por decir qué querés con claridad. Implica no suponer que es obvio lo que necesitás que los demás hagan por vos. Por ejemplo, “estoy muy cansado, ¿me ayudás por favor a lavar los platos?”. Cuando somos claros para comunicar lo que queremos, pensamos o sentimos, todo es más fácil. Esta herramienta comprende, también, haber evaluado si el otro o la otra tiene la capacidad de darme lo que necesito, si es el momento oportuno para pedirlo, si doy tanto como lo que estoy pidiendo y, si tengo autoridad o no para pedir.

4“Detector de mal olor”. Metáfora de John Gottman, psicólogo norteamericano, para descubrir cuándo algo anda mal en una relación. Algunos indicios son: estar irritable, sentir distancia, no querer pasar tiempo juntos. Algo pasa y no se está diciendo. Muchas veces, por evitar una discusión en el corto plazo, uno no dice lo que necesita decir. Entonces, a largo plazo, se va acumulando enojo e irritabilidad y, tarde o temprano, explotamos. Hay que priorizar el largo plazo en la relación: si detectás que algo anda mal, decilo lo antes posible, no te demores, porque después es peor. Las parejas o relaciones en las que funciona el detector de mal olor, en las que se ventilan los problemas, andan mejor y duran más en el tiempo.

Antes de terminar, permítanme advertir sobre un posible prejuicio. Alguno puede pensar: “yo no soy así, no creo en esto, yo digo las cosas de frente, como salen, a esta altura no voy a cambiar”. No te dejes llevar por esos pensamientos: nadie nace sabiendo estas herramientas, y todos podemos aprenderlas si practicamos. No es un tema de personalidad, si no de desarrollar pequeñas habilidades que harán tu vida más saludable y tus relaciones más felices.

*El autor es Médico Psiquiatra (M.N. 136.783) y Director del Centro Integral de Salud Mental Argentino (CISMA).