De forma silenciosa, la Policía de San Benito comenzó a realizar desde hace algunos días el seguimiento investigativo a raíz de un robo de cuantía. El mismo, se presume debió contar con el apoyo logístico de camiones para traslado de las pesadas unidades de refrigeración que fueron sustraídas, así como personal para realizar la tarea y el camino despejado para semejante movimiento de materiales dentro del ámbito de la mencionada jurisdicción.
La denuncia por robo fue realizada oportunamente por un empresario de apellido Tentor, quien dejó asentado que las faltantes de equipos de frío para la conservación de alimentos, freezers industriales, motores de refrigeración y gran cantidad de mobiliario que le significaba una pérdida de capital por un valor que rondaría $700.000.
La versión que llegó a EL DIARIO a través de las fuentes policiales hizo conocer que “se trataba de todo el equipamiento que estuvo hasta hace poco tiempo en un edificio de calle Uruguay (entre Corrientes y San Juan), en la zona microcentro paranaense, donde funcionó la firma comercial Friar”.
Al cerrar el negocio, todas las cámaras de frío, sobre todo las heladeras de góndolas preparadas especialmente para mantener en buen estado carnes frezadas a la vista, habían sido trasladadas a un depósito de San Benito, al que literalmente vaciaron la semana pasada.
Sospechas. Un fino trabajo de seguimiento que se inició en la comisaría de San Benito permitió a los funcionarios policiales “tirar varios hilos” y esperar el momento propicio para caer sobre un supuesto comprador. La operación comercial de elementos robados es al menos la versión extraoficial que circuló, ya que ahora su poseedor deberá aclarar ante la Justicia para su defensa que los adquirió aún pagando un dinero que al menos debió haber despertado algunas sospechas. Es que los bajos valores de venta harían sospechar a más de uno que se trataba de elementos robados y que “quemaban” en las manos del supuesto vendedor.
No obstante, tampoco se descarta la hipótesis del robo por encargo, que llevaría a suponer que el que comandó el robo –a sabiendas de que el depósito era vulnerable–, primero ubicó a quien podría venderle el botín, para luego sí saquear el lugar llevando todo directamente al sitio donde finalmente fue hallado ayer.
Los bienes muebles fueron encontrados detrás de una obra en construcción, en las inmediaciones de calles Salvador Caputto y Hernandarias de la capital provincial. Aparentemente en el lugar se lleva adelante la construcción de un local comercial que, según fuentes policiales, podrían pertenecer a empresarios supermercadistas de origen asiático.
Sumados a los elementos de prueba contundentes, como el hallazgo de la maquinaria frigorífica denunciada en manos ajenas, resta ahora que los investigadores declaren el o los nombres de quien efectuó la supuesta transacción. Este dato ya estaría siendo manejado con las reservas del caso, del modo de recolectar elementos que permitan constituir pruebas para el juez de Instrucción que lleva adelante la causa.
AL MARGEN
El traslado. La Policía también mantuvo diálogos con distintos vecinos de la zona allanada, del mismo modo que con algunas personas que viven en los alrededores del depósito saqueado en San Benito, quienes habrían logrado aportar interesantes datos sobre movimientos de algunos vehículos en relación al delito que se investiga.
