Juan Román Riquelme, ídolo de Boca, mostró su indignación por los incidentes en el estadio Monumental que derivaron en la postergación del Superclásico entre River y Boca por la final de la Copa Libertadores de América.
Al respecto, el ex volante fue contundente: «Ya no importa el partido. Lo más importante es que ningún jugador esté lastimado gravemente».
«Es un juego, es un deporte. Ganar va a ganar uno y se van a jugar 90 minutos. En vez de estar orgullosos de que los dos equipos más grandes del país están en la final, vamos a tener que hablar de esto», manifestó en diálogo con El Trece.
Finalmente, el ex jugador se mostró muy compungido con la situación y hasta agradeció que las consecuencias no hayan sido peores.
«Estoy agotado, cansado de mirar todo lo que pasó, de ver gente que tiraba piedras y que no los paren. Tenemos que agradecer que no tenemos jugadores de Boca internados. No puedo creer lo que pasó», culminó.