Las fuertes lluvias en el sureste del pais provocaron el desborde de ríos y el deslizamiento de tierra. Hay 35 muertos y 50.000 personas evacuadas.
San Pablo (Brasil).— La cifra de muertos por las inundaciones y deslaves a causa de las fuertes lluvias se ha incrementado a 35 en Brasil, dijeron ayer las autoridades de protección civil.
Más de 50.000 personas se vieron obligadas a abandonar sus viviendas.
El Departamento de Protección Civil del estado de Minas Gerais informó en su página de internet que 17 personas perdieron la vida en esa región debido a las inundaciones o los aludes de lodo. Alrededor de 4.000 personas se vieron obligadas a buscar albergue en edificios públicos o en casas de amigos y parientes, agregó.
En el estado vecino de Espírito Santo, el Departamento de Protección Civil dijo en su cibersitio que 15 personas murieron y cerca de 50.000 tuvieron que abandonar sus casas debido a las corrientes de lodo y el desbordamiento de ríos.
“Lo más importante es salvar vidas, ahora el factor más importante es la vida humana y el Ejército tiene una gran capacidad para tareas de rescate”, dijo la presidenta Dilma Rousseff.
Las lluvias que tienen lugar desde comienzos de mes – pero que se volvieron más intensas durante la última semana – han causado daños en 78 municipios del Estado. Hay distritos completamente aislados, según ha informado el coronel Edmilton Aguiar, comandante general de Bomberos. En el municipio de Linhares (a 133 kilómetros de Victoria, la capital del Estado), cerca de mil personas no pueden abandonar sus casas por las inundaciones y están recibiendo ayuda de la Policía Militar por barco y helicóptero. El domingo, sin embargo, las fuertes lluvias imposibilitaron que una aeronave levantara el vuelo, lo que dificultó los trabajos. En algunas zonas, el agua llegó a alcanzar el segundo piso de las casas y cubrió los tejados. Los damnificados están siendo realojados en institutos o escuelas públicas.
La mayor parte de las muertes (ocho, entre ellas una niña) han tenido lugar en el municipio de Itaguaçu (a 120 kilómetros de la capital) debido a un deslizamiento de tierras que tuvo lugar durante la madrugada del martes. También falleció una persona en Nova Venécia, una en Domingos Martins, dos en Baixo Gandu y otras dos en Colatina.
El volumen de lluvias registrado durante este mes es casi el triple del acostumbrado para un mes de diciembre.
En Jacaraípe, una represa clandestina amenaza con romperse y se han registrado deslizamientos de tierra que han provocado el cierre de carreteras. Los conductores han tenido que esperar hasta siete horas en las vías debido a los atascos y a la enorme afluencia debida a las fiestas de Navidad.
“Está lloviendo desde hace una semana sin parar. Ahora, nuestra preocupación es evacuar a las personas que se encuentran en las zonas donde hay deslizamientos de tierra y llevar medicamentos, colchones y mantas a los que se han quedado sin casa o se encuentran aislados. Ahora estamos haciendo el recuento de los daños para comenzar los trabajos de reconstrucción”, ha dicho el gobernador Renato Casagrande. “El problema es que las ciudades han crecido de forma desordenada”, sentenció.
Fuente:UNO
