José Walser, intendente de Colón –la ciudad entrerriana con más casos de coronavirus hasta la fecha– afirmó que los 18 contagios detectados en menos de una semana surgieron por “un grupo reducido que compartió el mate en un gimnasio”.
Compartir el mate es una costumbre muy arraigada en la cultura argentina, que rige a toda hora, pero en tiempos de pandemia está absolutamente desaconsejada. Y en un contexto en el que cada uno debe preparar su mate de manera individual, se incrementó un 3,67% el consumo de yerba en la Argentina durante abril –comparado con igual mes de 2019– y fue el más alto de la última década, según reveló el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM).
Unos 24,3 millones de kilogramos de este producto fueron enviados al mercado interno durante este período desde los molinos y fraccionadores, mientras que en el mismo lapso del año pasado el volumen por ese concepto sumó 23,4 millones de kilos, de acuerdo a lo informado por el organismo.
En su sitio oficial, instan a que en este tiempo cada uno tenga su mate, su bombilla y su termo, recalcando que “el Mate es lo más grande que hay y siempre fue sinónimo de compartir, pero hoy esto toma otra dimensión; hoy nos toca compartir la responsabilidad de cuidarnos y de cuidar a los otros”.
Tras estas recomendaciones, la pregunta que muchos se hacen es si esta costumbre de compartir el mate será desterrada para siempre o se retomará cuando pase la pandemia. Mariángeles Metivié es investigadora y hace años trabaja en este tema. Además es coordinadora del Departamento de Cultura de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader), donde están elaborando un informe sobre esta cuestión, y señaló al respecto: “Para nosotros ha cambiado mucho la investigación que veníamos haciendo, porque los hábitos se han modificado sustancialmente en estos momentos. No tenemos muchos datos científicos todavía y necesitaríamos mucho más tiempo para que sea relevado, pero desde lo empírico suponemos que la costumbre de compartir el mate va a volver”.
Sobre este punto, argumentó: “Lleva más 200 años de la misma manera, no se ha movido, aunque hayan pasado enfermedades de todo tipo. Si hoy tomamos los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en nuestro país mueren por gripe común más personas que las que han fallecido por coronavirus, y sin embargo, todos los inviernos, por más gripe que tuviéramos, muchos seguíamos compartiendo el mate”.
Asimismo, sostuvo que “una de las últimas estadísticas sobre esta cuestión indica que en el 98% de los hogares argentinos hay al menos un mate”, y destacó: “El mate se consume más que el asado. Y si bien puede demorar un tiempo la vuelta de la costumbre de compartirlo, creemos que por nuestra idiosincrasia va a regresar este hábito cuando se encuentre una vacuna, o tengamos más datos del Covid-19 y su transmisión”.
Por otra parte, la especialista observó que esta situación ha beneficiado al mercado, ya que se incrementaron además las ventas de mates individuales, y advirtió que en muchos casos se sigue compartiendo el termo, “que tampoco es lo recomendable si es una oficina, por ejemplo, están tocando dos o más personas el mismo objeto”, dijo.
Consultada sobre la hipótesis de que el contagio masivo en Colón se debió a que un grupo de personas compartió el mate, cuestionó: “Si se llega a una situación en la que comparte el mate, es porque antes se compartieron un montón de elementos, empezando por el espacio. Tal vez es más visible decir que alguien se contagió cuando tomó mate y se le echa la culpa a esta costumbre”.
También recordó que Entre Ríos es la provincia argentina que más consumo de yerba registra: “Justamente por esa característica tenemos la Fiesta Nacional del Mate en Paraná”, indicó.
Encuentro y unión
En este marco, el payador Blas Zapata, quien fue jurado en numerosas ocasiones en el concurso de cebadores que propone esta fiesta popular de los paranaenses, anheló: “El mate compartido tiene que volver. Es una costumbre que jamás en la vida se debe dejar de lado, porque representa la hermandad y une a las familias, que disfrutan del encuentro entre mate y mate”.
También sostuvo que es alimento en muchos hogares humildes, y expresó: “Conocí a muchos hacheros en el monte que al mediodía solo tomaban mate, y está comprobado que tiene cuantiosas vitaminas”.
Zapata es propietario de una talabartería céntrica y confirmó que se han vendido más mates individuales durante la cuarentena. Y si bien prefiere tomarlo con su gente, remarcó que en soledad el mate es compañía: “A algunos les gusta el mate más fuerte y a otros más suave, lo importante es que cuando uno está solo el mate lo ayuda a reflexionar”, aventuró.
Patrimonio cultural
Mariángeles Metivié destacó: “Hay una cohesión social que nos lleva a la costumbre de considerar al mate para el encuentro”.
Se trata de una práctica tan significativa, que desde la Uader impulsan que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declare al mate como “patrimonio cultural inmaterial de la humanidad”, y sobre este punto la investigadora había explicado a UNO: “Somos la primera universidad que aceptó el desafío de impulsar el proceso para llegar a la Unesco, pero en realidad va a ser Argentina la que va a estar presentando este patrimonio”.
Según contó, en el grupo de investigación siguen trabajando todas las semanas por videoconferencia sobre las presentaciones que harán al organismo internacional, aunque aclaró que la pandemia ha retrasado los trámites.
No obstante, recordó que junto a otras instituciones gubernamentales de otras provincias ya consiguieron que en diciembre de 2018 el mate sea proclamado “patrimonio cultural del Mercosur”.
En ese entonces, Metivié comentó que para obtener este logro trabajaron mancomunadamente con las secretarías de Cultura de Corrientes, Misiones y Entre Ríos, y el Instituto Nacional de la Yerba Mate. En tanto, la Secretaría de Cultura de la Nación había destacado este gran paso: “Una planta, una bebida, un momento, un ritual. Amargo, dulce, frío o caliente, el mate es uno de los elementos más representativos de la cultura argentina”.
Exportación
Además del crecimiento del consumo de yerba mate en el mercado interno, el INYM afirmó que las exportaciones también se mantuvieron a un ritmo constante y en abril los despachos sumaron 3,08 millones de kilos, acumulando un volumen de 11,9 millones de kilos para el período comprendido entre enero y abril de este año.